Wilfrido Isidro Aldana-Balderas
Cruz García-Lirios
Arturo Sánchez-Sánchez
Jorge Hernández-Valdés
Francisco Espinoza-Morales
Francisco Rubén Sandoval-Vázquez
UNAM | México
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Resumen
Grosso modo, la identidad migratoria es un constructo que la literatura consultada ha establecido para explicar la diferencia entre la fuerza laboral y los flujos emprendedores. Tal distinción no sólo repercute en el desarrollo local y la calidad de vida del país expulsor como receptor sino, además permite anticipar escenarios de emprendimiento en la localidad de origen. Esto sería así porque la identidad migrante está orientada por una formación laboral que la orilla a acumular un patrimonio, el cual simbolizará y distinguirá al grupo migrante con respecto a quienes están apegados a su comunidad. Se realizó un estudio documental con una selección muestral no probabilística de fuentes informativas de 1997 a 2019, procesadas con base en la técnica Delphi. Se advierten líneas de discusión relativas al emprendimiento social como resultado de la conversión de la fuerza laboral en un flujo migratorio.
Palabras clave: Migración, comunidad, flujo, emprendimiento, modelo.
Abstract
Grossly, the migratory identity is a construct that the consulted literature has established to explain the difference between the labor force and entrepreneurial flows. Such a distinction not only affects the local development and the quality of life of the expelling country as a recipient, but also makes it possible to anticipate entrepreneurial scenarios in the place of origin. This would be so because the migrant identity is guided by a labor training that the shore to accumulate a patrimony, which will symbolize and distinguish the migrant group with respect to those who are attached to their community. A documentary study was carried out with a non-probabilistic sample selection of informative sources from 1997 to 2019, processed based on the Delphi technique. There are lines of discussion regarding social entrepreneurship as a result of the conversion of the labor force into a migratory flow.
Keywords: Migration, community, flow, entrepreneurship, model.
Introducción
La identidad migratoria, para los fines del presente trabajo, alude a un proceso de travesía, estancia y retorno de flujos de comunidades de una localidad que los expulsa a otra localidad que los recluta, principalmente como fuerza de trabajo. En tal sentido es que la discusión en torno a la identidad migratoria se ha construido a partir de aproximaciones que resaltan la adaptación, la asimilación, la selectividad, la multiculturalidad o la interculturalidad, resaltando las asimetrías entre regiones desarrolladas y emergentes (Carreón et al., 2014).
Por consiguiente, la identidad migratoria ha sido considerada como un proceso latente y observable, considerando las diferencias en la calidad de vida de un país expulsor y un país receptor, o bien, la identidad migratoria ha sido estudiada desde una dimensión simbólica en torno a narrativas y discursos, los cuales subyacen como resultado de elecciones, decisiones y acciones deliberadas, planificadas y sistemáticas (Carreón et al., 2016).
Empero, la identidad migratoria, como proceso de elección supone; a) sentido de pertenencia, b) representación social y c) categorización social que no ha sido discutido en el marco de las diferencias entre migrantes y oriundos (Carreón, Hernández y García, 2015a).
A partir de este contexto referencial, la identidad migratoria ha sido asumida preferentemente como fuerza laboral más que como flujo emprendedor ya que, en la primera instancia se refiere a un intercambio de trabajo por un salario, pero en el segundo caso alude a un proceso en el que la identidad migrante propicia las remesas y con ello la activación de la economía local (Carreón, Hernández y García, 2015b).
Por lo tanto, el objetivo del presente trabajo es establecer un modelo para el estudio de la identidad migratoria. Se realizó un estudio documental, transversal y exploratorio con una selección muestral de fuentes indexadas a repositorios nacionales como Dialnet, Latindex, Publindex, Redalyc y Scielo. La información fue procesada a partir de la técnica Delphi a fin de poder delinear los ejes y las trayectorias de relaciones entre las variables esgrimidas en el estado de la cuestión.
El proyecto se inscribe en la disciplina de Trabajo Social, área de estudios documentales y migratorios, pero incluye conceptos provenientes de la psicología social, la sociología de la migración, la administración de pymes y la economía solidaria.
Teoría de la Identidad Migratoria
Los marcos teóricos que explican la identidad migratoria son: a) teoría de la pertenencia social, b) teoría de la representación social, c) teoría de la categorización social y d) teoría de la identidad social (García, 2017).
La teoría de la pertenencia social plantea que los individuos se identifican con un espacio y un grupo de referencia a partir de los valores culturales en los que fueron influidos. Las comunidades emigrantes de las economías emergentes no dejan sus casas, familias, amigos, vecinos y paisanos para sustituirlos por otros equivalentes en las economías desarrolladas (García, 2008a).
Las comunidades emigrantes se apropian de espacios y se insertan en grupos de emigrantes o residentes legales para después construir o modificar los espacios que les fueron asignados, ampliar sus redes familiares, de amigos y vecinos no sólo en las economías desarrolladas sino también, a través del envío de remesas, en sus economías de origen (García et al., 2015).
Es así como las redes comunitarias emigrantes pueden ser comprendidas por sus sentimientos de pertenencia a sus municipios, sus familias, sus amigos, sus vecinos y sus paisanos. Tales sentimientos de pertenencia vinculan la actividad agrícola o comercial en los lugares de origen y la actividad laboral en el exilio. Dichos sentimientos conectan la situación anterior con la situación actual y futura. Estos sentimientos también enlazan las festividades locales con la reproducción en los barrios de las comunidades emigrantes en las economías desarrolladas (García, 2018).
Los símbolos migratorios (trabajo, salario, edificaciones, festividades), los significados correspondientes (ilusión, necesidad, progreso, satisfacción) y las orientaciones consecuentes (ampliación y diversificación de la red comunitaria migratoria) se desarrollan a partir de las comparaciones que, entre individuos, grupos o incluso, comunidades emigrantes, coexisten (Carreón et al., 2016).
La teoría de la representación social evidencia dos dimensiones de las comunidades emigrantes: la centralidad y la periferia. La primera dimensión alude a los símbolos, los significados y los sentidos del pasado en los que la red comunitaria era sedentaria, mítica, autónoma y auto–suficiente. La segunda dimensión abarca los conflictos e imponderables que llevaron a la comunidad a abrirse, someterse, emigrar y auto-organizarse para preservarse (García, 2008b).
Ambas dimensiones darían origen a una tercera en la que se incluirá la coexistencia de la comunidad con otras formas de auto-organización (urbes, religiones, empresas, sectas, asociaciones, instituciones). En efecto, los símbolos, los significados y los sentidos son testimonios históricos de la dinámica de las comunidades emigrantes. Al infiltrarse en las narrativas de los miembros comunitarios, develarían la representación social de la comunidad sedentaria, la comunidad emigrante y la comunidad coexistente. Incluso, mostrarían las diferencias entre las redes comunitarias emigrantes a partir de su identificación, elección de permanencia, anhelo de inclusión y exclusión estratificada (Carreón et al., 2014).
La teoría de la categorización social sostiene que entre emigrantes se construyen comparaciones en torno a la salud, al trabajo, el salario, las remesas y las edificaciones. Los emigrantes se auto-perciben como nodos y como eslabones de la red comunitaria emigrante. Los nodos simbolizan la conexión con el exilio, significan ejemplos a seguir en un sentido paternalista. Los eslabones simbolizan la solidaridad en el exilio, significan apoyo en un sentido moral y económico. Dicha auto-percepción define el tipo de red comunitaria emigrante, sus vinculaciones consecuentes, sus trayectorias subsecuentes, sus normas coexistentes, sus problemáticas contingentes y sus sanciones subyacentes (García, Carreón y Hernández, 2014).
Se trata de los factores centrales y periféricos del conocimiento de las comunidades emigrantes. A partir de los valores, las percepciones y creencias, se construye una representación social del grupo (Carreón, Hernández y García, 2015a).
La teoría de la identidad social muestra el proceso de inclusión (sesgo y permanencia) o exclusión (asimetría y marginación) de las personas en un grupo, de los grupos en una comunidad y de las comunidades en economías. Los emigrantes al pertenecer a un grupo de referencia simbolizan sus funciones y orientan sus esfuerzos al significado que para ellos tienen sus familiares, amigos, vecinos o paisanos. Sin embargo, los emigrantes que quieren pertenecer a grupos diferentes al suyo, encuentran obstáculos (culturales, económicos, políticos, sociales, educativos) que les impiden insertarse (García, Carreón y Hernández, 2017).
Más aún, los grupos emigrantes al delimitar sus símbolos, significados y sentidos para amplificarse y diversificarse dificultan en primera instancia, la salida de sus miembros y en última instancia, la entrada de sus desertores a otros grupos. En comunidades de emigrantes, los grupos que le pertenecen y los grupos que le quieren pertenecer producen conflictos para reestructurar las relaciones asimétricas que existen en toda comunidad. Los grupos disidentes buscan el reconocimiento, la reivindicación y el respeto de la comunidad. En contraste, los grupos emigrantes favorecidos por las normas comunitarias buscan preservar su estatus (Carreón, Hernández y García, 2015b).
Estudios de la Identidad Migratoria
Los estudios en torno a los emigrantes, sus grupos de referencia, sus comunidades y economías de origen, se han enfocado en los efectos de las oportunidades laborales en sus familias, la economía local o nacional. En un sentido diferente, el impacto de la disminución del envío de remesas sobre la dinámica psicosocial (pertenencia, categorización, representación e identidad social) de las comunidades emigrantes las situaciones pasadas, actuales y prospectivas como dimensiones de auto-preservación comunitaria emigrante (Bayón, Roberts y Saravi, 1998).
Las comunidades migratorias definidas como redes de familias, amigos, vecinos o paisanos que se trasladan de economías emergentes a economías desarrolladas para laborar en los sectores agrícolas, industriales y de servicios , financian edificaciones, conservan sus patrimonios y mantienen a sus grupos de referencia, enfrentan su principal colapso durante la recesión económica originada en los Estados Unidos de América (EUA).
Se calcula que el impacto de la recesión económica mundial tendrá efectos inusitados tanto en las economías receptoras de emigrantes como en las economías receptoras de remesas (González, 2005).
La recesión económica de los EUA al tener su origen en el sector financiero impactó desfavorablemente los sectores agrícolas e industriales. La crisis que se generó en los bancos norteamericanos City Bank, Standard & Pool, Bank of America, Merry Linch (principales acreedores de las empresas) determinó la desaceleración de la productividad y el consumo de productos y servicios (Guillén, 2007).
El resquebrajamiento estrepitoso del ciclo económico estadounidense colapsó las redes de las comunidades migratorias que desde los ciclos económicos prósperos enfrentaban las problemáticas de envejecimiento de la población, subempleo temporal, salarios bajos y atención médica restringida en sus integrantes vulnerables (Jiménez, 1997).
En este sentido, el colapso de las redes comunitarias migratorias tendría un efecto en el financiamiento de edificaciones, la manutención de sus grupos de referencia, las festividades locales y la preservación del patrimonio municipal de donde son originarios (García, 2019).
El impacto de la recesión económica sobre los procesos psicosociales de las comunidades emigrantes a partir de las teorías de la pertenencia social (símbolos, significados y sentidos que indican la inserción individual en un endogrupo comunitario emigrante), categorización social (símbolos, significados y sentidos que indican la comparación entre endogrupos y exogrupos comunitarios emigrantes), representación social (símbolos, significados y sentidos que indican el conocimiento de un grupo comunitario emigrante) e identidad social (símbolos, significados y sentidos que determinan la inserción individual en un grupo comunitario emigrante).
El progreso económico y la recesión económica influyen en el financiamiento de edificaciones y en el empleo correspondiente que genera en los municipios de emigrantes. Sin embargo, las estructura psicosocial comunitaria emigrante parece diversificarse tanto en las temporadas de bonanza como ante el desempleo de sus miembros emigrantes. Es decir, la pertenencia, la categorización, la representación y la identidad que se construyen en una comunidad emigrante parecen amplificarse espacial y generacionalmente (Contreras, Correa y García, 2005).
Esta dinámica psicosocial que siguen los emigrantes, los grupos de referencia y las comunidades, devela su preservación a partir del conflicto estructurante y el cambio reestructurante (Jiménez, 2007a).
Los emigrantes, sus grupos de referencia y sus comunidades se auto-preservan a través de sus espacios, sus edificaciones y sus patrimonios. La relación con sus ascendientes, sus descendientes, sus amistades e incluso sus adversarios retroalimenta este proceso (Jiménez, 2007b).
La preservación de espacios tales como tierras de cultivo, tierras de esparcimiento y tierras de festividad, simbolizan las etapas de su desarrollo que alguna vez significó respeto y cuidado del entorno en el que los espacios estaban incluidos. Tales símbolos y significados orientaron la apropiación, el arraigo, la añoranza y el retorno en muchos casos, de los emigrantes. Los espacios son los elementos sobre los que se construyeron las historias personales, grupales y comunitarias de interdependencia con la naturaleza (Minujin, 1998).
La preservación de edificaciones tales como casas habitación, bodegas, iglesias y escuelas, simbolizan el progreso individual y colectivo. Las remesas significan el instrumento por el cual se garantiza la modificación de estos símbolos para orientar a las generaciones futuras a respetar lo que sus ascendientes les dejaron y aportar a la comunidad el producto de su trabajo (Tokman, 2006).
La preservación de patrimonios tales como mausoleos, fachadas y rúbricas, implica la comunicación entre las generaciones actuales con las generaciones anteriores. Cada dos de noviembre, cada semana santa y cada semana del santo patrono se redecoran los patrimonios para recordar e incluso dialogar con quienes se adelantaron a la muerte (Stavenhagen, 2000).
La relación con ascendientes tales como abuelos, padres y tíos, les recuerda sus obligaciones, sus compromisos y sus actos. Las remesas de los emigrantes casi siempre son administradas por sus ascendientes quienes en muchos de los casos trabajan en las edificaciones, se encargan de los rituales religiosas y servicios comunitarios a nombre de sus emigrantes (Zúñiga y Asún, 2004).
La relación con sus descendientes tales como hijos, sobrinos o en algunos casos nietos, simbolizan la mano de obra empleada para las edificaciones, la siembra y la cosecha, los festejos y los velorios en los que los emigrantes tuvieron que estar ausentes (García, 2008a).
La relación con sus amistades implica flujos de información que los ascendientes o descendientes no les proporcionan a los emigrantes. Se trata de noticias sobre otras amistades, efectos de eventos naturales en la siembra o la cosecha, narraciones míticas, planes de festividad o declaraciones de sus adversarios que incentivan la emisión de remesas (García, 2008b).
La relación con sus adversarios surge porque los emigrantes, sus grupos de referencias y las comunidades compiten por la emisión de remesas, el embellecimiento de sus edificaciones y la frecuencia de sus festividades. En la mayoría de los casos los emigrantes no se comunican, ni hablan de sus adversarios, pero intuyen su amenaza cuando se enteran de lo que aconteció o sucederá en los espacios, edificaciones y patrimonios de quienes consideran diferentes a ellos (García et al., 2015).
Modelo de Identidad Migratoria
Un modelo en tanto representación de las trayectorias de relaciones entre variables revisadas en la literatura incluye suposiciones acerca de los posibles efectos directos e indirectos de los factores esgrimidos en el estado de la cuestión.
La identidad de los flujos migratorios, indicada por la pertenencia, categorización re presentación y elección social, supone que la ruptura o expulsión del migrante respecto a su lugar de origen está asociado a una reducción de su sentido de pertenencia (hipótesis 1). En esa fase del proceso, los flujos migratorios experimentan un desapego que los orilla a formarse una representación social de las oportunidades y las capacidades por adquirir en su estancia en la localidad receptora de su fuerza laboral (hipótesis 1a y 1b). No obstante, aún y cuando los flujos migratorios reduzcan su pertenencia e incrementen su representación social, al decidir residir en una localidad que demanda su fuerza laboral desarrollan una categorización social entre los grupos a los que pertenecen o quieren pertenecer (hipótesis 1c). Por consiguiente, el retorno está supeditado a una identidad social heredada en el lugar de residencia con respecto a una identidad adquirida en el lugar de residencia (hipótesis 1d).
Consideraciones finales
El aporte del presente trabajo al estado de la cuestión radica en el establecimiento de un modelo en el que se incluye a la pertenencia, la representación, la categorización y la identidad como factores indicativos de los flujos migratorios observados en sus fases de apego, ruptura, travesía, estancia y retorno.
No obstante, la selección muestral de las fuentes informativas y la técnica de análisis para el procesamiento de información y el establecimiento del modelo en cuestión suponen límites que condicionan las relaciones entre los factores indicativos que conforman la propuesta de estudio.
Se recomienda una búsqueda de información en repositorios internacionales como Copernicus, Ebsco, Scopus o WoS a fin de poder llevar a cabo un análisis de datos más sofisticado como la minería de textos.
La inclusión de otros factores indicativos de los flujos migratorios supone una apertura a la discusión de hallazgos en diferentes contextos y muestras. Esto es así porque la identidad migratoria, de acuerdo con la literatura consultada, varía en función de los usos y costumbres del lugar de origen, así como en relación a sus valores y normas que en los sistemas autoritarios consiste en la prevalencia de una identidad migrante, pero ya no como un flujo sino como mera fuerza laboral.
En contraste, en localidades emprendedoras, la identidad migrante es asumida como un flujo al incentivar la comercialización, el empleo y las técnicas de los oficios o profesiones más representativas de las comunidades migrantes.
Ambos procesos de la identidad migrante, fuerza laboral o flujo emprendedor son factores preponderantes en el modelo propuesto, el cual permitirá establecer las relaciones entre los factores que explicarían las condicionantes y/o limitantes de la identidad migratoria.
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