Los agujeros del alma | Análisis desde el Efimov de Dostoievski

Diego González 
Psicólogo [1]
.

Según Freud, el tipo más grave de enfermedad mental era la causada por una fijación (o una regresión) a los primeros niveles del desarrollo de la libido.

E. Fromm (1966:130)

Explorar la psicología indagando al cielo infinito pintado por F. Dostoievski es una maravilla cercana al milagro. Su personaje Efimov [2] es una incógnita que deviene en certeza en las patologías del narcisismo, y en esa tendencia oscura de quienes desmienten la vida. Su devenir quizás se parece a aquella maldición vivida por Sísifo, de llegar al final para volver a fracasar.

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Egor Efimov fue un músico mediocre, el padre de Nietoscka Nezvanova, a quien se le atribuía cierta delicadeza para tocar el violín, pero que termino tocando El Clarinete en una orquesta de pueblo. Algunos expresaron que su talento pertenecía al de un genio, pues sus palabras develaban ¨una comprensión profunda, clara e intuitiva del arte¨ (Dostoievski, 1997:21); pero una sensación devanaba sus sesos, la del no saber de sí. Efimov declaro: ¨Señor, aunque me dijiste usted Egor, ¿Qué deseas? Puedo dártelo todo, no le pediría nada, porque yo mismo no sé qué deseo…¨ (Dostoievski, 1997:19).

Esa sensación que afligía su alma empezó por socavar primero sus sueños, y luego los cimientos de su vida.

Durante siente años de meditaciones e ¨imaginación desordenada¨, llegaba a lo alto de las cumbres, maravillado por la gloria, las ilusiones y la ambición de la grandeza; pero terminaba en bares y cantinas gastando sus últimos pesos. De Efimov, su amigo B… declaró:

Albergaba una sola idea: la de salir de aquella situación y economizar el dinero suficiente para ir a Petersburgo. Pero era ésta una idea vaga y oscura, una especie de grito interior que, con los años, había perdido su precisión, hasta el punto de que, al encaminarse a San Petersburgo, parecía obrar sólo por la inercia de su deseo continuo de emprender semejante viaje, y no sabía bien qué era lo que iba a hacer a la capital. Su entusiasmo será contenido, irregular, bilioso, como si quisiera engañarse a sí mismo y convencerse de que su primitiva energía, el ardo y la inspiración no se había agotado en él todavía (…) vieron que toda aquella fiebre, toda aquella impaciencia no eran otra cosa que la desesperación del talento perdido (21).

Efimov parecía tener una vida perdida y un destino marcado, pero volvamos atrás. Al lugar donde hipotéticamente se hilvana las hebras del alma; y si esta malla no queda zurcida con precisión, los agujeros del alma son irreparables.

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Suponemos que el alma, el aparato psíquico, ese espacio virtual lleno de ¨representaciones mentales¨ que es como el ¨teatro del cerebro¨ —tal cual lo dijo Freud— se teje en los primeros años. El cariño, el cuidado solicito, la protección cálida, en una palabra ¨el amor¨, permiten la estructuración psíquica del infante, y la formación de la malla de su personalidad. W. Bion (1975) hablara de la capacidad de Reviere de la madre, que ¨alude al estado mental requerido en la madre para estar en sintonía o empatía con las necesidades del bebé y contener las angustias¨ (Borelle-Ruso, 2017:35). De esta forma los ¨elementos beta¨ que produce él bebe y son expulsados fuera de sí, deben ser sustituidos por ¨elementos alfa¨ que provee la madre para hacer posible la vida mental del menor. Sin esta capacidad, su psique sufrirá lo que hemos llamado agujeros del alma. En conclusión, el amor crea, y el odio destruye lo que es el hombre desde su más tierna edad.

Una segunda hipótesis se explica como sigue: en la medida en que él bebe crece, y se hace independiente y autónomo, necesita crear para sí ¨elementos mentales¨ que le provean seguridad y confianza en sí mismo. Estos se denominan ¨objetos mentales¨. Su formación depende de la calidad del vínculo con su figura protectora. Por ello Guidano (1987) proponía ¨durante la temprana infancia, el vínculo se vuelve un vehículo altamente estructurado a través del cual llega a ser disponible una ilimitada información cada vez más compleja acerca de uno mismo y del mundo (p.47), de lo que se colige, que entre el vínculo y los objetos mentales hay una ligazón inmediata.

La formación de los ¨objetos¨ está dada por la capacidad de lo que Splitz (1972) ha llamado ¨Integración de los impulsos¨ (p. 57). Siguiendo a Hartmann el autor propone que existen en el infante dos impulsos, ¨el malo¨ y ¨el bueno¨, hacia el primero se dirigen ¨la agresión¨, la violencia, el odio innato; y hacia el bueno ¨el impulso libidinal¨, la vida, y la capacidad de creación. El psicoanalista propone que es durante el sexto mes de vida que el ¨yo¨ rudimentario del bebe puede realizar la síntesis de estos dos impulsos en un solo objeto: su madre (Ibid. p. 57). De acuerdo a lo anterior, la integración que pueda hacer él bebe de sus impulsos de ira y sus impulsos de amor en su madre, permite la formación de objetos mentales, y de la capacidad de pensamiento. Recordemos que la madre es la primera persona que aparece en el mundo del bebe, por lo tanto, será el representante del Otro, o de la sociedad. Decíamos que esta dinámica potencia el pensamiento, porque él bebe está obligado a regular sus impulsos de amor y de odio para con su madre, y esta exigencia es la génesis de su capacidad de vincularse, socializar, y mentalizar la alteridad. En un ejemplo, él bebe quizá muerda con violencia la teta, pero luego la succionara con amor, ya que es su fuente de vida, y esto es producto de la integración de los dos impulsos.

Siguiendo con el desarrollo del menor, podemos hipotetizar que una de las claves en la formación del pensamiento, es la capacidad de los padres para ¨frustrar¨ la satisfacción inmediata de los niños. Puesto que la consecuencia de esa frustración, es la imposición del ¨principio de realidad¨ sobre su mundo mágico. En definitiva y por toda la vida, la palabra NO impone realidad. Splitz (1972) lo explica así: ¨La capacidad de tolerar la frustración ha reforzado el funcionamiento del principio de realidad y de organización del pensamiento¨ (59). Siguiendo con el ejemplo del niño un poco más grande, el ¨No¨ de los padres permite al niño integrar sus impulsos agresivos, y cambiarlos por pensamientos y conductas más adecuadas a la realidad.

La frustración en su justa medida, es lo que permite en el niño la aparición del pensamiento y la reflexión, por la cual hará como suya la ley que prohíbe, y quizá estamos ante el nacimiento de esa instancia punitiva o superyoica de la moral.

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Nuestra tesis central en este escrito corto, es una formulada por Splitz (1972) que se refiere a la relación que existe entre ¨narcisismo¨ y ¨estadio preobjetal¨. Es decir, la imposibilidad del sujeto de reconocer la alteridad, porque un sujeto narciso no permite la apertura de su yo. Su escisión al otro, que es la condición de toda sociabilidad.

El estadio preobjetal podría definirse inicialmente como el génesis del yo. Para Splitz (1972) los primeros bosquejos del yo aparecen luego de la ¨sonrisa social¨ aproximadamente a los cuatro meses cuando él bebe sonríe a su madre. Por lo tanto, es un estado de desprotección, de simpleza del aparato psíquico y predominio del sistema somático, en donde el sujeto este marcado por la carencia y el vacío. Por ello Freud (1911) decía: ¨nos ha llamado la atención un estadio evolución de la libido, estadio que se atraviesa del autoerotismo al amor de objeto¨ (56). En el narcisismo se retira la libido de objeto, y se la deposita en el yo. Por lo tanto, el destino de la libido queda truncado, y se altera el juicio de realidad, al juzgar lo exterior como un producto de la necesidad interna. Es decir, un narciso no puede leer la alteridad que lo acompaña, ya que su dinamismo psíquico le impide amar (Freud, 1911).

Lo anterior es un rasgo característico de Efimov, que corroboran Nezvanova:

Pero la ceguera, la idea fija de mi padrastro (Efimov) y sus extravagancias le tornaban un ser casi inhumano y privado de todo sentimiento. No hacía más que reír, y juraba que no tocaría un violín hasta que muriese su mujer, poniendo en esta declaración una cruel franqueza. Mi madre, quien hasta que exhaló el último suspiro lo amó apasionadamente, no podía, a pesar de todo, soportar semejante vida. Se altero su salud. Siempre enferma, vivía en constante inquietud. (Dostoievski, 1997: 29)

Otro rasgo del narcisismo es el egoísmo, que se hace casi paranoico. Recordemos que Freud (1911) proponía que ¨la paranoia fragmenta¨, y tiende a ¨disolver las identificaciones¨ (p.44), por lo cual estos sujetos tienden a menospreciar a sus congéneres. Este egoísmo rompería el lazo social, y el sujeto queda abandonado a su yo, o al ¨tenebroso déspota¨ tal como lo define Freud. Nuevamente Nezvanova corrobora este rasgo en Efimov:

Luego declaró que en aquel tiempo había alcanzado casi la perfección del violín, y que B (Amigo de Efimov) … uno de los primeros violinistas de la ciudad, no le llegaría a la suela del zapato, sí él quisiera.

—Entonces, ¿Qué significa todo esto? —exclamó, haciendo con la mano un movimiento de indiferencia—. ¿Quién de vosotros comprende algo? ¿Qué sabéis vosotros? Nada. Eso es todo lo que sabéis… Tocar en un baile, en una reunión, nada más… vosotros no sabéis visto ni oído nunca a un buen violinista. No vale la pena de haceros caso. Continuad siendo lo que sois. (Dostoievski, 1997: 26).

En aquella época, B… tenía grandes relaciones y empezó inmediatamente a recomendar a su camarada, al cual le hizo dar su palabra de honor que se conduciría bien. Entre tanto, le compró ropa nueva y le presentó a algunos personajes conocidos, de quienes dependía el empleo que deseaba obtener para él. Efimov se mostraba algo soberbio en sus expresiones. Pero acepto con el mayor júbilo la proposición de su antiguo amigo. (…) por fin encontró una vacante en la orquesta de un teatro. Hizo brillantemente su presentación, y en un mes de aplicación y de trabajo recobró cuanto había perdida en dieciocho meses de inacción. (…) Les explico en seguida que él era un hombre desconocido, que tenía un enorme talento, que su mujer le había perdido, y en fin, que el director de orquesta no entendía una palabra de música. Se burlaba de todos los artistas, de la orquesta, de las obras que se representaban, e incluso de los autores de éstas. (…) Comenzó, además, a desarrollarles una nueva teoría de la música. Lo hizo tan bien, que enojó a toda la orquesta; se enemisto con sus compañeros y con su jefe; se mostró grosero con sus superiores y adquirió una reputación del hombre más desequilibrado e inepto del mundo. Resulto, desde luego, insoportable para todos (Dostoievski, 1997: 26).

Conocía a todos los violinistas de Petersburgo, y en su opinión, ni uno solo podía rivalizar con él. Los aficionados y principiantes que frecuentaban al desdichado loco, gustaban de citar en su presencia cualquier violinista célebre con el fin de obligarle a hablar. Saboreaban entonces su maldad, sus acertadas observaciones, sus frases causticas e ingeniosas, cuando criticaba a sus rivales imaginarios. (…) Los mismos artistas de quienes se burlaba le temían un poco, pues sabían su mala lengua y tenían bastante conciencia de la justicia de sus ataques y de la seguridad de sus juicios. (…) Aquella vida duró dos o tres años; pero, por último, aun representando este íntimo papel, consiguió hastiar a todo el mundo. Se le expulsó definitivamente, y durante los dos años postreros de su vida, mi padrastro desapareció por completo de la circulación. (Dostoievski, 1997: 31)

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Ahora vamos a ver un poco los mecanismos de defensa para las patologías del narcisismo. Para Sneiderman (2012) un mecanismo de defensa es un procedimiento del Yo que busca reducir, modificar, o suprimir toda fluctuación que ponga en peligro el equilibrio o la integridad del sujeto. La finalidad de una defensa es básicamente ¨evitar el displacer¨ (p. 45).

Citando a Freud, Sneiderman propone que una defensa es patológica cuando ¨perturba el refinamiento yoico, o le impone una regresión¨ (46). En las neurosis, la defensa acepta la realidad y la admiten con temor y distancia. En este caso la pregunta fundamental del terapeuta es ¿Qué desea el sujeto?; pero en las patologías narcisistas ¨desmienten la realidad¨, al punto de volverla añicos. Está implicada la regresión a un estado anterior del desarrollo, y de aquí la concepción tanática de la vida. Recordemos que Fromm (1966) define las patologías por su nivel de regresión, y todo ¨profundo deseo regresivo choca con el deseo de vivir¨. En toda regresión hay una vuelta al universo materno, a la figura del océano de paz, y ¨estar en el seno materno es estar alejado de la vida¨ (p. 120).

Efimov tuvo problemas toda su vida con la bebida, Nezvanova declara ¨durante sus horas de duda, se entregó a la bebida, lo cual hacía desaparecer su angustia¨ (Dostoievski, 1997:27). La bebida es un ejemplo de defensa patológica, que finalmente aniquilo su capacidad para sostener un único objetivo en su vida.

En alguna ocasión su amigo B… le decía:

eres impaciente; tu enfermedad es la impaciencia. No tienes bastante sencillez. Eres demasiado sagaz, reflexionas demasiado, haces trabajar al cerebro más de lo debido…Eres audaz en tus palabras y cobarde cuando deben tomar el arco en tu mano. Efimov escuchaba a su antiguo compañero con una atención profunda. Conforme hablaba este, la palidez abandonaba las mejillas de Efimov. Sus ojos brillaban con un fuego insólito de aliento y esperanza. Bien pronto aquel noble aliento se transformaba en audacia, y luego en su acostumbrado descaro; y cuando B… terminó su exhortación, Efimov sólo le escuchaba distraídamente y con impaciencia (Dostoievski, 1997:27)

Las últimas cuatro líneas se corresponden de manera exacta con la Desmentida como mecanismo patológico. Para nuestra suerte Dostoievski escribió sus personajes como un libro de psicopatología abierto, y su profundo conocimiento del alma humana llevo a Nietzsche a decir que era el único psicólogo.

Definamos un poco para finalizar. Siguiendo a Sneiderman (2012) mediante la Desmentida el sujeto eleva una defensa ante lo que el sujeto cree que es la realidad exterior, y crea un ¨ordenamiento y una configuración sensorial¨ al servicio del ¨principio del placer¨. Por lo tanto, tiende a desconocer muchos aspectos de la realidad, y a entregarse al placer. Efimov siempre vivió en una buhardilla, en la pobreza más sórdida sin el deseo de enfilar su voluntad hacia su superación personal y material, y con una gran capacidad y genio para interpretar el violín. Esto lo llevo a tocar en las primeras orquestas de San Petersburgo, pero luego huyo. En la desmentida el sujeto no puede hacer uso de sus recursos personales, porque su pasión ¨estriban en desviar la atención y el interés hacia otros aspectos (como un fetiche), o hacia detalles de la realidad o del yo propio, en lugar de los centrales¨ (50-51).

Efimov muere pobre y olvidado. Abandonando todo proyecto de realizar algo con su vida, y consumido en su soledad.

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Como conclusión tenemos que el génesis del ser humano, es el amor. Los cuidados y el buen vinculo tejen sobre el alma lo que será el destino. Sin estos vínculos se generan lo que hemos llamado ¨agujeros del alma¨. Una de las consecuencias es estos vacíos son la formación del Narcisismo como patología, que carga en si el odio necesario para la destrucción del sujeto.

Notas

1. Psicólogo IUE-USAL. dag227@hotmail.com
2. Personaje de novela Niétoscka Nezvanova de Fiodor Dostoievski.

Referencias bibliográficas

BORRELLE, A.; RUSSO, S. L. (2017): Clínica psicosomáticaSu especificidad en la evaluación y el diagnostico. Buenos Aires: Paidós.
DOSTOIESVSKI, F. (1997): Niétoschka Nezvanova. Madrid: Club internacional del libro.
FREUD, S. (1911): Introducción al narcisismo.
FROMM, E. (1966): El corazón del hombre. México: Fondo de cultura económica.
GUIDANO, V. (1987): La complejidad del si mismo. Un enfoque evolutivo de la psicopatología y de la psicoterapia. EEUU: Guilford Press.
SNEIDERMAN, S. (2012): El cuestionario desiderativoAportes para una actualización e interpretación. Buenos Aires: Paidós.