Claudia Westedt Blanco
Psicóloga General. Psicoterapeuta
Inmaculada Carrascosa Moreno
Psicóloga General. Psicoterapeuta
.
Llamamos adicción a una enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por una búsqueda patológica de la recompensa y/o alivio a través del uso de una sustancia u otras conductas. El reforzador en las primeras fases resulta placentero pero progresivamente genera una pérdida de control en la persona, provocando una grave problemática en su vida cotidiana a nivel social, académico, laboral, familiar y sobre su salud.
El proceso de una adicción sería: ansia y deseo imperativo por jugar, tolerancia, abstinencia y pérdida de control.
Llamamos TIC a las tecnologías de la información y la comunicación como un conjunto de servicios, redes, software (programas) y dispositivos.
En el DMS IV (APA 1994) las adiciones psicológicas están incluidas en los trastornos del control de impulsos.
En el DMS V (APA 2013) incluye una nueva categoría llamada “Trastornos no relacionados a sustancias” y con la cual se designa las llamadas adiciones conductuales.
Se considera dependencia a Internet o a las redes sociales cuando hay un uso excesivo asociado a una pérdida de control, aparecen síntomas de abstinencia (irritabilidad, ansiedad) por no acceder a los dispositivos. Se establece la tolerancia (necesidad creciente de aumentar el tiempo de conexión y aparece una problemática en su vida diaria que afectará a todos sus ámbitos.
Adicciones conductuales más frecuentes
– Adicciones a internet y a las nuevas tecnologías (Tecnofilia)
– Juegos online, juegos de Rol, de MUD (el jugador crea un personaje), de entretenimiento, por apuestas, videojuegos de azar.
– Redes sociales: Face book, Twitter, Instagram, YouTube.
– Telefonía móvil: Whatsappitis (no puede parar de utilizar el servicio de mensajería instantánea whatsapp).
– Nomofobia: Miedo a no disponer del móvil en cualquier momento.
– Otros: Compras compulsivas (oniomanía), adicción al sexo, al trabajo, a la actividad física (Vigoréxia). …
Según la Organización Mundial de la Salud: Uno de cada cuatro sufre este comportamiento siendo los adolescentes y jóvenes el colectivo de mayor riesgo.
Personalidades vulnerables
Poca socialización, timidez, estados depresivos, rechazan su identidad, búsqueda de sensaciones nuevas, baja autoestima, falta de habilidades sociales, fantasía descontrolada, atención dispersa, tendencia a la distraibilidad, adicciones a sustancias químicas.
Indicios preocupantes para identificar una conducta adictiva
– Reducción del sueño a menos de cinco horas diarias con el propósito de mantener conectado a internet redes sociales.
– Síntomas de abstinencia cuando no está jugando presentando cambios de humor, agresividad, irritabilidad.
– Disminución de la comunicación en su ambiente familiar, con sus amigos.
– Descuida sus obligaciones, menos interés por sus aficiones o hobbies.
– No consigue limitar el tiempo de conexión.
– No hay un reconocimiento de esta patología, negación del problema.
– Descuido de la salud: menos actividad física, alteraciones del sueño y / o alimentación.
– Mostrar mucha tensión cuando está jugando (sobre todo en mandíbula y manos).
– Mentir acerca del tiempo que está conectado (entre 20 y 40 horas semanales) a la familia, terapeuta…
– Sentir euforia y activación excesivas cuando está delante del ordenador.
– Uso excesivo y continuado de internet a pesar de los problemas negativos psicosociales que pueda producir.
El magnetismo de las nuevas tecnologías
– Rapidez de conexión: Contacto continuo y fácilmente accesible y económico.
– Refuerzo inmediato e intermitente.
– Búsqueda de amigos en las redes (siempre disponibles).
– Internet como medio para olvidar problemas o para disminuir momentáneamente el malestar emocional.
– En los juegos de ROL o MUD sensación de control, dominio y desafío.
– Símbolo de estatus social: móvil, Instagram.
– Fuentes inagotables de información para satisfacer curiosidades y nuevas experiencias.
– Anonimato: Crear personalidades virtuales ficticias modificando las propias características.
Adicciones conductuales. Consecuencias
a. Síntomas físicos: Dolores de cabeza, mareos, fatiga, problemas de espalda, insomnio, dolores musculares, agotamiento mental, fatiga ocular, desnutrición, sequedad en los ojos, Síndrome de túnel carpiano (STC), inflamaciones en la zona de la muñeca como consecuencia del movimiento repetitivo de la mano por el uso del teclado y el ratón, deshidratación.
b. Síntomas psíquicos: obesidad, ansiedad, abstinencia, estrés, ánimo negativo, irritabilidad, actitudes defensivas, sentimientos de culpa, baja autoestima.
c. Problemas familiares/pareja: Aislamiento, disminución del contacto y comunicación, discusiones.
d. Problemas sociales: Evitación de contacto con sus amistades reales, pérdida de interés por sus aficiones, disminución de la capacidad de habilidades sociales.
e. Problemas académicos/laborales: Absentismo, menor concentración, falta de obligaciones y menor rendimiento.
Sugerencias para un uso adecuado de las TIC
– Limitar el tiempo de conexión utilizando alarmas, temporizadores o acceso directo para el temporizador apagado. Protección por contraseña.
– La ubicación del ordenador para los niños y jóvenes en espacios comunes de la casa.
– Controlar los contenidos peligrosos y filtrar.
– Incorporar reglas de uso seguro.
– Potenciar actividades de ocio saludable y amistades de forma natural.
– Instalar el software para restringir el acceso a los sitios de la web que suelen visitar más compulsivamente.
– Dialogar con los jóvenes sobre la importancia de hacer un uso controlado de todos estos dispositivos.
Conclusiones
En resumen, un sujeto con una personalidad vulnerable, con una cohesión familiar débil y con unas relaciones sociales más pobres corre un gran riesgo de hacerse adicto si cuenta con un hábito de recompensas inmediatas, tiene el objeto de la adicción a mano, se siente presionado por el grupo y está sometido a circunstancias de estrés (fracaso escolar, frustraciones afectivas, competitividad, etc.) o de vacío existencial (inactividad, aislamiento social, falta de objetivos, etc.)…
Tanto para prevenir las adicciones de conducta como para buscar soluciones cuando ya están presentes, es fundamental disponer de una buena información y un asesoramiento adecuado.
Ante todo, es importante prevenir la aparición de este tipo de problemáticas. El conocimiento de los factores de riesgo, tanto individuales como situacionales puede dar la pauta acerca de lo que podemos hacer para evitar el contacto o la exposición a situaciones potencialmente peligrosas y aprender a relacionarnos con “respeto” con aquellas situaciones u objetos con un cierto potencial adictivo, como es el caso de las TIC
Los padres y educadores tenemos un papel muy importante, proporcionando la información y el asesoramiento necesarios, así como permaneciendo alerta ante la posible aparición de las primeras conductas de riesgo. La educación en el desarrollo de un ocio saludable , que facilite un uso creativo del tiempo y los intercambios sociales es, indudablemente, una importante estrategia preventiva, ya que desde edades tempranas los niños se educan también en intereses y aficiones, si estas resultan más enriquecedoras, funcionaran más tarde como factores de protección ante el riesgo de adicción a las TIC
Otras actuaciones por parte de padres y profesores, son la educación en valores tales como la responsabilidad personal, el esfuerzo ante los retos, la disciplina, el orden y la organización propia, empatía, sociabilidad…
Por último destacar el papel del modelado que ejercemos padres y educadores, ya que nuestra conducta ejerce una influencia directa en la de nuestros hijos y/o alumnos, por lo que resulta fundamentar prestar atención a nuestro propio comportamiento.
Si a pesar de todo lo anteriormente expuesto, se produce una situación de adicción a las TIC, sería importante contar con el asesoramiento de profesionales que puedan colaborar con el afectado y su entorno próximo en la búsqueda de soluciones adaptadas a cada situación.
Este tipo de adicciones de conducta son, por supuesto, tratables y suelen tener una evolución favorable, aunque esta evolución dependerá también de la gravedad y la consolidación de la conducta adictiva. Al igual que ocurre con otro tipo de adicciones, resultara fundamental el apoyo de los familiares en el proceso terapéutico, para lograr una evolución más rápida y segura.
Consideramos internet como una gran herramienta de comunicación, cada vez más útil y necesaria pero que requiere tomar ciertas precauciones especialmente en niños y jóvenes en cuanto al uso extensible a cualquier edad.
Nuestro objetivo es recapacitar por un uso moderado de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Será una fuente beneficiosa aportando información, interacción y entretenimiento pero se convertirá en un perjuicio cuando perdamos el control sobre su uso.
Referencias bibliográficas
AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION (1994): DMS-IV. Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona: Masson.
ECHEBURUA, E. (1999): ¿Adiciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, comprar, trabajo, internet. Editorial Desclee de Brower.
ECHEBURUA, E.; AMOR, P. y CENEA, R. (1998): Adicción a internet ¿una nueva adicción psicológica? Monografía de psiquiatría.
ECHEBURUA, E.; CORRAL, P. (2010): Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales. Adicciones.
OMS: Organización Mundial de la Salud, Clasificación internacional de las enfermedades (1992): OMS/CIE-10. Descripción Clínica y pautas para el diagnostico. Madrid: Meditor.
SALUD Pública del Ayuntamiento de Madrid (página) (2011): “Adicciones sin drogas”. Madrid Salud.
SAN SEBASTIAN CABASÉS, J. (2008): Valores en el éxito escolar y Tics. Madrid: Hospital Ramón y Cajal. Universidad de Alcalá.
WIKIPEDIA, ASAM: PublIc Policy Statement (2011): “Definition of addiction”.