Semiótica de la guerra

Fernando Buen Abad Domínguez
Doctor en filosofía, analista internacional e investigador
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Todos los dados están cargados. No hay palabra, gesto ni símbolo que no presente un frente de guerra o no sea, en sí, un ejercicio de belicismo psicológico. La inmensa mayoría de los “efectivos” simbólicos de la guerra mediática aparecen camuflados. Se requiere entrenamiento y experiencia defensiva para detectar en las frases, los giros idiomáticos, los gestos, los maquillajes, las corbatas, las sotanas o las bendiciones… el plan de contenidos ideológicos que se despliegan, agudizados, en situaciones de guerra. Está en juego muchísimo dinero.

La ideología de la clase dominante, que se especialista en manipular ambigüedades, suele perfeccionar sus ofensivas cuando más peligro corre de quedar en evidencia la grosería de sus dichos y sus hechos. Sus trincheras favoritas son, por ejemplo, las “acciones humanitarias”, la “verdadera democracia”, la “defensa de los bienes”, la “seguridad”, la “paz”… En el colmo de su cinismo, la ideología de la clase dominante se ha adueñado de signos referentes que tienen diverso tipo de influencia en las sociedades y, así, han exhibido, sin pudor, episodios “clericales” en los que se bendicen tanques de guerra, aviones bombarderos y batallones de criminales. Algunos aviones caza llevan dibujada, en la punta, la dentadura de un tiburón… ellos saben a qué juegan con eso. Nosotros también.

El capitalismo es responsable

“Zona de exclusión aérea”, “Armas de destrucción masiva”, “Operación humanitaria”… ambigüedades usadas por el capitalismo para generar impotencia colectiva, terror y rendición psicológica. Nadie se equivoque, el capitalismo es responsable de la “inseguridad”, las invasiones, el robo de la propiedad y del producto del trabajo. Te mato y luego te ayudo… es la conducta del imperialismo que, tras asesinar civiles inocentes y luchadores conscientes, promete enviar asistencia “humanitaria”, acarreada por soldados como en Haití, como en Afganistán, como en Libia, Siria… Parte de la ambigüedad es el uso de imágenes sin fechas, sin referencias, sin datos del autor ni del registro.

Contra las armas de Guerra Ideológica que la burguesía despliega, los pueblos en lucha, así como todas las luchas emancipadoras, deben darse una estrategia comunicacional de base que le cuente el mundo los crímenes del capitalismo, como los de la ONU-OTAN, y del premio “Nobel de la Paz”. La “Odisea del Amanecer” de Obama debe ser desmontada por las fuerzas emancipadoras de la comunicación, paso a paso, día a día. Todo lo que exhibe CNN, Televisa, Prisa y sus peleles, estén donde estén, es un problema de seguridad nacional y continental que debe ser discutido con urgencia, porque el mapa completo de la criminalidad ONU-OTAN se exhibe con toda impunidad en las pantallas de la oligarquía.

Parte de la ofensiva oligárquica consiste en mostrar, de manera velada y de manera descarada, sus planes y tácticas. Así operarán en todo el mundo para quedarse con las riquezas naturales y con la mano de obra. Televisa, CNN, Prisa y su red de complicidades en toda Latinoamérica, reivindican el “ejemplo humanitario” de Obama y su Odisea Asesina. Despliegan impúdicamente todos sus “signos” de patología comunicacional, severa, en el relato autoritario que ellos llaman “periodístico”, como en CNN, que atraviesa un éxtasis de necrofilia convulsiva. Repite y repite imágenes de odio y decadencia. Los lectores de boletines, que se hacen llamar periodistas, repiten un canto imperialista que recorre el continente con tufo criminal. El relato de los lectores de boletines, ampuloso y falaz, parece orgasmo necrófilo. Hacen llamar “periodismo” a su servilismo. Ellos leen boletines necrófilos con placer y disfrutan los bombardeos. Se les nota.

Contra el imperialismo

Más que nunca la humanidad requiere dirección revolucionaria, unidad y acción objetiva y subjetiva, contra el imperialismo y el capitalismo. Nadie se sorprendería si el premio “Nobel de la Paz” cocina en su cabeza una invasión tipo ONU contra Cuba y Venezuela. Hoy más que nunca la unidad y la fuerza del ALBA ilumina las esperanzas de soberanía para las luchas emancipadoras latinoamericanas.

Esta guerra desplegada también en las pantallas oligarcas, con la “legalidad” made in ONU, es un mensaje a todos: el imperio anhela usurpar todas las riquezas que se le antoje, cuando se le antoje y donde se le antoje… impunemente. Esta guerra no es sólo contra Libia, la ofensiva ha comenzado en todos los medios oligárquicos y es un mensaje contra todos los pueblos. El relato de los medios oligárquicos en América Latina, y todo lo que digan, es adelanto de sus proyectos golpistas y magnicidas. En México, en Brasil, en Argentina… las cadenas mediáticas de la oligarquía relatan cómo “logro moral humanitario” la obscenidad imperial.

Digámoslo de una vez, no serán los mass media, incluso con las mejores intenciones, quienes hagan por sí mismos la Revolución Socialista. No será la ética ni la estética de unos cuantos, por genios que se crean… por “vanguardia” que se autoproclamen, quienes garantizarán el ascenso del socialismo, incluso en la comunicación. Serán los trabajadores organizados, armados con cuanta herramienta se ponga al alcance, quienes ascenderán con un programa, hecho por todos, hacia un proyecto socialista. El capitalismo no es sólo un sistema de producción de mercancías, es además un sistema que produce cultura, valores éticos, morales y estéticos ideados para consolidar, defender y reproducir las condiciones materiales de existencia burguesa.

A la tarea revolucionaria de planificar los contenidos y las formas en los mass media, compete un compromiso apasionado por la investigación científica y la acción directa sobre las relaciones de producción, con significado Socialista de la Comunicación. Poner al descubierto la ley económica que rige la producción simbólica de una sociedad en movimiento revolucionario hacia su emancipación definitiva. Poner en evidencia científica la inevitabilidad de la sustitución revolucionaria del capitalismo por el socialismo.

Semiótica en combate

Planificar la comunicación implica investigar apasionadamente las leyes de la transición del capitalismo al socialismo, los caminos y métodos para establecer el modo comunista de comunicación; las leyes objetivas del socialismo que avanzan dialécticamente, las leyes de formación y desarrollo del sistema mundial del socialismo. Una tarea de planificación en Comunicación con los mass media debe ser un arma en la lucha, una guía para la acción. Tal planificación de la producción simbólica revolucionaria debe desenmascarar la esencia del capitalismo, sostener una lucha contra todo sectarismo y burocratismo. Desarrollar un “control” democrático y creativo de la Comunicación desde las bases, una “planificación” desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores, con la vigilancia y el trabajo de los obreros atentos a todo indicio de traición. Ya hemos visto demasiadas traiciones, por ejemplo, las Guerras Imperialistas. Ni todas las repeticiones juntas de CNN, FOX, BBC… lograrán asustarnos, ni disuadirnos, de luchar contra el capitalismo. Desarrollemos una semiótica en combate.

Por gentileza de Fernando Buen Abad